biNu: Computación en la Nube para que los teléfonos básicos tengan acceso a la Web
La 'start-up' australiana biNu usa la computación en nube para ayudar a los usuarios de teléfonos básicos a acceder a la Web en redes más lentas.
No tener un teléfono móvil inteligente o acceso a una red móvil de alta velocidad no significa que no quieras que tu teléfono sea lo más listo y rápido posible. Esa es la premisa detrás de la start-up australiana biNu, cuya aplicación gratuita de Java se puede descargar en la mayoría de los teléfonos básicos y usarse en redes inalámbricas 2G -que siguen siendo frecuentes en muchos países en vías de desarrollo- para actualizar Facebook y Twitter, leer noticas o navegar a través de la Web.
Podrías usar un navegador móvil para hacer lo mismo, pero Gour Lentell, cofundador de biNu, afirma que el software de su empresa es mucho más rápido y eficiente porque traslada la mayoría del procesado de datos del teléfono a servidores lejanos.
La mayoría de los teléfonos que se usan en el mundo en la actualidad siguen siendo teléfonos 'tontos' básicos. Según un cálculo de la empresa de investigación y consultoría de tecnología de la información Gartner, aproximadamente el 25 por ciento de los 4.300 millones de teléfonos que hay en uso en el mundo son teléfonos inteligentes. Este año Gartner espera que haya unas ventas de más de 1.850 millones de teléfonos, un 45 por ciento de los cuales serán teléfonos inteligentes.
Así que por el momento biNu tiene muchos usuarios potenciales. Desde que se lanzó hace 18 meses, ya ha conseguido cuatro millones de clientes. La mayoría de ellos están en Asia y África, y los países donde más usuarios hay incluyen India, Bangladesh, Nigeria, Etiopía y Zimbabue. Aunque los usuarios no pagan por el uso de biNu, pagan por los datos consumidos al usarlo (Lentell explica que los usuarios tienen tarifas prepago).
Navegar por la Web usando un portátil o un ordenador de sobremesa con una conexión de banda ancha es algo relativamente poco problemático: un navegador hace el trabajo necesario para procesar el código HTML y otros datos que entran en nuestras pantallas. Usar un navegador móvil en un teléfono inteligente ofrece una experiencia parecida, aunque en general con velocidades de conexión más lentas y páginas web más sencillas creadas específicamente para aparatos móviles. Pero intentar ver un sitio web en un teléfono básico –aunque sea un sitio WAP sencillo- puede ser mucho más tedioso, puesto que estos aparatos tienen capacidades de procesado mucho más limitadas. Y si estás intentando hacerlo en una red 2G es aún peor.
BiNu sigue un enfoque distinto. Según explica Lentell, cuando examinas detenidamente una aplicación a través de la aplicación principal de biNu, cada palabra que ves en la pantalla ha sido descompuesta, letra a letra, en un diminuto archivo de imagen en un servidor remoto y ha sido enviado a tu teléfono junto con instrucciones sobre dónde debe ir en la pantalla. Una vez enviadas, las letras se pueden reciclar en las pantallas de texto subsiguientes -afirma Lentell- y biNu también sirve imágenes normales. Además, biNu hace un almacenaje previo de gran cantidad de texto, como los artículos en su aplicación de lectura de noticias, de forma que las páginas se cargan rápido cuando haces clic sobre un titular en tu pantalla.
Existen algunas limitaciones: no puedes ver vídeos a través de la aplicación de YouTube de biNu ni jugar a la mayoría de los juegos. Sin embargo, Lentell sostiene que biNu es 10 veces más rápido que usar un navegador convencional en un teléfono no inteligente y requiere 10 veces menos datos. “Como somos tan eficientes con los datos, el coste para el usuario final es relativamente pequeño comparado con arrancar el navegador y hacer lo mismo”, afirma.
Aún así, Brian Blau, analista en Gartner, se pregunta cómo de útil resultará biNu cuando aumente el número de teléfonos inteligentes en todo el mundo. También le preocupa que lo pudieran poner en dificultades las reglas creadas por redes sociales como Twitter y Facebook para regular cómo presentan terceras empresas el contenido que se genera en sus redes. “Hay que preguntarse por la longevidad de algo así”, afirma. “Pero ahora mismo me parece una solución relativamente interesante”.
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