América latina trata de ponerse al día en educación

No es nada nuevo que América Latina figure en la mitad inferior de las clasificaciones mundiales de educación. La noticia es que eso podría estar cambiando, si bien queda un largo camino por recorrer.
Una serie de reportajes de The Wall Street Journal Américas que parte hoy hará un recorrido por los avances y desafíos que tienen por delante los sistemas educativos de la región.
De acuerdo con ciertos criterios, la enseñanza básica en Brasil avanzó a una velocidad récord en los últimos 15 años, mientras que Chile y México han registrado un mejor desempeño en las pruebas estandarizadas. Algunos expertos también detectan señales de que el crecimiento económico de los últimos años no sólo generó demanda por más –y mejores— cursos universitarios, sino que también aportó un nuevo ímpetu para la mejora de la enseñanza básica.
"Pocos países tuvieron un progreso tan rápido y tan consistente" como Brasil en los últimos años, dice un estudio del Banco Mundial titulado Achieving World Class Education in Brazil, publicado en enero en inglés.
El estudio menciona la renombrada prueba estandarizada Pisa, que elabora la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que incluye más de 70 países y que, en 2009, mostró que Brasil subió de 368 a 401 puntos, un progreso notable aunque el país sigue por debajo del promedio de la OCDE.
"Hoy, un niño de 6 años nacido en la franja más baja de la pirámide de distribución de la renta completará más del doble de número de años de escolaridad que sus padres", señala el estudio.
"Brasil consiguió poner en marcha una reforma continua desde el gobierno de Cardoso", dice Barbara Bruns, líder del grupo que llevó a cabo el estudio. La investigadora alude a iniciativas como "Bolsa Escuela", un programa donde el gobierno les paga a las familias de escasos recursos por mantener a sus hijos en el colegio, iniciado durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso y ampliado en el de Luiz Inácio Lula da Silva, cuando fue rebautizado como "Bolsa Familia".
Bruns reconoce estar impresionada con los avances del país, aunque subraya que aún queda mucho por hacer, especialmente en ámbitos como la preparación de nuevos profesores y la aplicación de los fondos para la educación. "Brasil ya invierte bastante en educación, pero necesita hacer que esos fondos sean mejor aprovechados", aseguró.
Formación de profesores
Si bien Brasil ha destacado en relación a otros países latinoamericanos en la última década, muchos de los problemas educativos comunes en la región siguen presentes. Uno de ellos es la formación –y la valoración— del profesor de educación primaria.
"En América Latina, el cuerpo docente ha decaído en las últimas décadas, y el orgullo de ser profesor perdió valor socialmente", apunta Melina Furman, profesora adjunta de la Facultad de Educación de la Universidad de San Andrés, en Argentina. Furman resaltó que, mientras los países de la región "están luchando" para mejorar las condiciones de trabajo de los maestros, en los países desarrollados "ya es así desde hace mucho tiempo".
"No estamos preparando a la próxima generación. Los profesores de hoy no fueron bien capacitados", lamenta Luanne Zurlo, fundadora y presidenta de WorldFund, una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos concentrada en la educación en América Latina y que tiene programas para la preparación de profesores.
La capacitación del profesorado forma parte de una serie de problemas que aún deben ser resueltos en la región, concuerdan los especialistas.
En Brasil, por ejemplo, 42% de los estudiantes de secundaria aún asisten a cursos nocturnos, destaca el informe del Banco Mundial. Esos jóvenes reciben 4 horas de escuela diarias, , en promedio, "en comparación con las 7 horas o más en la mayoría de países de la OCDE e incluso más en los países líderes de Asia del Este", especifica el estudio. "La infraestructura es deplorable: faltan bibliotecas, laboratorios de ciencias, instalaciones para el aprendizaje de idiomas y computadoras de las que disfruta la mayoría de estudiantes de la OCDE", añade.
Empresarios preocupados
Las dificultades en el aula preocupan también a un número creciente de empresarios, en una región donde la expansión económica ha expuesto a las compañías a un nivel mayor de competencia por la mano de obra calificada.
"Para continuar por esta ruta de expansión, es necesario que eduquemos a nuestra gente", dijo Carlos Labarthe Costas, cofundador y presidente ejecutivo de Banco Compartamos SA, de México, especializado en la financiación de microempresas. El ejecutivo dijo que no sólo es difícil conseguir empleados hábiles en matemática básica, sino que también algunos clientes del banco carecen de capacidades importantes para prosperar en una economía más globalizada, como el conocimiento de una lengua extranjera.
Pero por más que evolucionen las iniciativas privadas, la solución de esos problemas puede verse complicada por la política. "Las personas y la sociedad no valoran lo suficiente la educación para que los políticos quieran gastar capital político en la educación", aseveró Zurlo, de WorldFund.
Esa puede ser la parte de la ecuación que Brasil ha conseguido resolver, aunque sea poco a poco. De acuerdo con el estudio del Banco Mundial, la continuidad de las reformas educativas en los últimos 15 años mejoró bastante la enseñanza en el país. "Brasil en 2010 puede ser considerado no sólo el líder (de América Latina y el Caribe), sino un modelo mundial", señala el documento.
Este avance, según los especialistas del banco, se concentró principalmente en tres áreas: la ampliación del acceso a la escuela por medio de la Bolsa Escuela y la Bolsa Familia; el uso de pruebas estandarizadas para medir el desempeño de las escuelas en todos los niveles, y la creación de programas federales para asegurar que los sistemas educativos de las regiones más pobres cuenten con los fondos necesarios para mejorar. Esos factores se desarrollaron a lo largo de los gobiernos de tres presidentes, desde Cardoso hasta Dilma Rousseff.

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