Para algunos, el negocio empieza en una red social
Por DENNIS NISHI
Las redes sociales pueden ser una
herramienta poderosa para las pequeñas empresas que buscan crecer. Pero
para algunas compañías nuevas, es más que eso: las redes sociales son la
base del negocio.
Brent Hieggelke y su esposa son un
ejemplo. Hace unos años, la pareja decidió alquilar su casa de
vacaciones en Oregón, Estados Unidos, pero les preocupaba permitir que
extraños ocuparan la propiedad. Entonces Hieggelke decidió usar las
redes sociales para saber más sobre sus inquilinos.
Creó una aplicación en Facebook llamada
Second Porch, que apunta a mantener los acuerdos de alquiler entre
amigos. Los usuarios publican la disponibilidad de sus propiedades, y
las listas aparecen en las páginas de noticias de sus amigos. Además,
los usuarios pueden hacer recomendaciones sobre posibles inquilinos y
propiedades.
"Cada persona probablemente conoce otras
10 que tienen casas de veraneo e incluso una mayor cantidad que está
interesada en alquilar. Eso representa muchas opciones que ya son
avaladas", afirma Hieggelke.
En cuestión de un año, Second Porch
atrajo más de US$1 millón en financiación, que Hieggelke usó para crear
un sitio web independiente que funcionaba con la aplicación pero ofrecía
más funciones. El sitio atrajo más de 16.000 avisos, y llamó la
atención de otro servicio de alquiler, Home Away, que compró Second
Porch hace cinco meses.
Amigos de amigos
Los emprendedores que construyen sus
empresas y sitios web alrededor de redes sociales afirman que ofrece una
gran ventaja: los clientes crean un lazo estrecho con la compañía, al
compartir productos y servicios favoritos con amigos, y a menudo también
convirtiéndolos en compradores.
En el mejor de los casos, afirman
emprendedores, los clientes ven al negocio como una clase de actividad
social en sí misma, interactuando con otros clientes y haciendo
recomendaciones que aparecerán en las páginas de noticias de Facebook de
todos sus amigos.
Yardsellr.com construyó todo su negocio
alrededor de los comentarios de sus clientes sobre productos. La
empresa, una especie de eBay en el marco de las redes sociales, permite
que usuarios de Facebook les vendan productos a gente con intereses
similares.
Los miembros se unen a grupos, o
"bloques", que representan sus intereses en particular, desde artículos
coleccionables de Viaje a las estrellas a guitarras o bolsos. Cuando un
miembro publica un aviso de un artículo a la venta, aparece en la página
de noticias de otras personas que se han suscrito a esos bloques y les
permite participar en conversaciones posteriores.
Los comentarios en esas listas de ventas
"es donde se produce toda la acción", afirma el fundador y presidente
ejecutivo de la compañía, Danny Leffel. "Más de 100.000 seguidores
comentan regularmente sobre productos que les encantan, y eso crea valor
de entretenimiento, que también puede promover decisiones de compra
informadas".
Los miembros luego siguen enlaces que
los llevan al propio sitio de Yardsellr para realizar sus compras. La
empresa gana dinero con una tarifa que cobra a los compradores y por
servicios de marketing opcionales disponibles para los vendedores.
La compañía no cotiza en bolsa, por lo
cual Leffel no revela detalles financieros, pero sí explica que
Yardsellr tiene 3,9 millones de miembros y suma más de 20.000 nuevos
todos los días. Su empresa matriz, YellowDog Media Inc., hace poco lanzó
un sitio similar llamado Style.ly, que se especializa en ropa.
Deje todo bien en claro
Facebook no revela cuántas empresas
combinan sus funciones con comercio. Pero un vocero dice que más de 7
millones de aplicaciones y sitios web están integrados con la red
social, lo que les permite a los visitantes hacer cosas como compartir
el contenido de un sitio con sus amigos de Facebook. Y la mayoría de los
sitios de redes sociales, incluidos LinkedIn, Twitter e incluso YouTube
ofrecen funciones similares.
Las empresas pequeñas nunca han tenido
este nivel de acceso a los clientes o la capacidad de hacer seguimiento
al comportamiento, sostiene Charlene Li, fundadora de Altimeter Group,
firma de asesoría de San Mateo, California. "Uno sabe sus nombres, lo
que podría gustarles y mucho más que antes", señala Li. "Esa clase de
conocimiento puede ayudar a acelerar una empresa nueva porque entiende
lo que quieren y necesitan sus clientes".
Pero las empresas deben manejarse con
cuidado, agrega. Cuando se acercan tanto a los clientes, deben renunciar
a los intentos enérgicos de concretar ventas, o de lo contrario podrían
ahuyentar a esos compradores y otras personas en sus redes. También
deben ser sumamente eficientes para responder pedidos y quejas en todos
los canales de medios sociales, en especial si se realizan en foros
públicos.
Eso puede significar tener empleados dedicados a esa tarea, indica Li.
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